La toxina botulínica actúa sobre los músculos de la cara relajándolos y disminuyendo el impacto de las contracciones en la piel.

Se utiliza para realizar el resurfacing facial para mejorar arrugas, poros dilatados, hiperpigmentaciones (manchas).

Es un tratamiento para fomentar la producción de colágeno propio del paciente (colágeno autólogo).

Las indicaciones para el uso estético de la fosfatidilcolina son limitadas y se restringen a pequeños depósitos de adiposidad localizada.

Consiste en la aplicación de un haz de ultrasonido de alta frecuencia y alta energía en la piel.

Elimina las huellas que los años, el estrés, y sobretodo, el sol, dejan en la piel.

Se basa en la aplicación de microinyecciones con sustancias que combaten la celulitis, la grasa localizada, las arrugas y la flacidez.

Exfoliación selectiva de la piel a mayor o menor profundidad.

Promueve la regeneración celular para conseguir una piel más luminosa, con mejor textura, menos flaccidez y menos arrugas.

Se utilizan para reducir las arrugas y pliegues del rostro.

Se usa como relleno facial, para aumento de labios, zona peribucal, pómulos, tratamientos para eliminar las ojeras, etc.

Es un tratamiento reductor, anticelulítico y reafirmante basado en el poder de diferentes enzimas.

Se aplica una luz de alta energía (láser) que actúa sobre las zonas de la piel donde crece el pelo.

Son unos hilos tensores finos que se implantan a nivel de la dermis para conseguir un efecto lifting.

Estimulan la producción de colágeno para tratar la flacidez corporal desde dentro, así como rejuvenecer la piel de muslos, brazos y glúteos.